Condiciones de garantía

GARANTÍA

Sol Griferías ofrece a sus clientes una garantía de 3 años  para todas sus griferías ante los excepcionales defectos derivados en el proceso de fabricación, a partir de la fecha de facturación, y de 2 años para todos los acabados  especiales, como columnas, termostáticas , temporizados y grifería electrónica.

Para que esta garantía sea válida será necesaria la aceptación del defecto por nuestro departamento técnico, comunicado a través de nuestra  página  web , enviando cumplimentado el cuestionario post-venta.

El cliente nos hará llegar por sus propios medios la pieza defectuosa a nuestras instalaciones  y una vez recibida, Sol Griferías valorará la acción a realizar. 

Un eventual fallo en el funcionamiento del producto deberá ser comunicado en las primeras semanas de uso.

Esta garantía cubre únicamente la sustitución o reparación del componente  reconocido como defectuoso, y en ningún caso será Sol Griferías reconocida como responsable de los posibles daños o perjuicios que se hayan podido originar directa o indirectamente.

En caso de reparación o sustitución del componente  el periodo de garantía no se alargará.

Los desperfectos ocasionados por manipulación indebida, instalación incorrecta, uso o limpieza inadecuada, conllevará la exclusión inmediata de esta garantía.

Para poder ejercer los derechos que otorga nuestra garantía deberá dirigirse a nuestro servicio post-venta que encontrará en nuestra página web : w.w.w.solgriferías.com.

QUEDAN EXCLUIDOS DE GARANTÍA:

Piezas de desgaste por uso como  aireadores, latiguillos, juntas, flexos, mangos, cartuchos, monturas…, excepto que se detecte un defecto de fabricación en el momento de su instalación.

Piezas frágiles como cristal, cerámica,  abs, …

Productos de exposición.

Ausencia del LOGO de Sol Griferías o número de serie.

LA GARANTÍA SE EXTINGUE EN CASO DE :

Deterioro producido en el acabado de los productos durante la instalación , transporte , exposición o influencias agresivas en el entorno.

Daños producidos por el uso anormal, manipulación indebida o desperfectos intencionados.

Instalación o puesta en marcha inadecuada.

Mantenimiento incorrecto o deficiente.

Productos que no han sido o no son utilizados para el uso doméstico, como actividades profesionales o industriales. 

Daños producidos por catástrofes naturales, incendios, heladas, inundaciones…

Incidencias derivadas de roturas físicas  (plásticos, carcasas, esmaltes, cristales, embellecedores…)

Limpieza  con agentes abrasivos, productos químicos o de limpieza.

Golpes de agua, especialmente los golpes de agua caliente y depósitos de cal.

Casos de instalación inadecuada, incumplimiento de las instrucciones de montaje o deterioro prematuro del producto debidos a acciones externas como presión excesiva, condiciones atmosféricas extremas, tuberías no purgadas o con cuerpos extraños como arena, grava, restos de obra, etc., así como aguas salinas, alcalinas o aguas duras.